3
huevos
1
pizca de sal
Harina
en cantidad necesaria
Aceite
para freír
Miel
de abeja para bañar
Grageas
de colores
Preparación
Poner
los huevos en un tazón, añada una pizca de sal y bata con un tenedor por unos
minutos, incorpore la harina
poco a poco, hasta formar una masa. Trabaje la masa sobre la mesa enharinada. Una vez que este lisa, cúbrala y déjela reposar a temperatura ambiente durante 20 minutos. Adelgace la masa y corte con una ruedita dentada (la de ravioles) tiras de seis centímetros de largo por 13 milímetros de ancho. Arme los palitos uniendo tres o cuatro tiras aplastando los extremos. Fría los palitos en abundante aceite caliente y retírelos apenas se doren; luego, colóquelos sobre papel absorbente. Páselos por miel aligerada con un poco de agua caliente y espárzales por encima grageas de colores.
poco a poco, hasta formar una masa. Trabaje la masa sobre la mesa enharinada. Una vez que este lisa, cúbrala y déjela reposar a temperatura ambiente durante 20 minutos. Adelgace la masa y corte con una ruedita dentada (la de ravioles) tiras de seis centímetros de largo por 13 milímetros de ancho. Arme los palitos uniendo tres o cuatro tiras aplastando los extremos. Fría los palitos en abundante aceite caliente y retírelos apenas se doren; luego, colóquelos sobre papel absorbente. Páselos por miel aligerada con un poco de agua caliente y espárzales por encima grageas de colores.
Sugerencias
Los
deliciosos y crocantes palitos
pueden mantenerse varios días guardados en latas o recipientes bien cerrados,
siempre que se guarden fríos y sin haberlos pasado por miel. Los palitos deben sumergirse en miel
caliente un instante (olla a fuego mediano), y de inmediato retirarlos.
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